
España contaba en 1936 con una flotilla de submarinos modesta en número pero bastante operativa. Durante la guerra, los submarinos republicanos vivieron una auténtica tragedia de pérdidas de material y personal sin un solo éxito; la Marina Nacional, por su parte, hizo amplio uso de las dos unidades italianas cedidas. En este volumen se hace un repaso de todo ello y del importante papel jugado por las armas submarinas de Alemania e Italia.
Ficha técnica