

Españoles:
¿Queréis ser buenos soldados? Pues aprended a respetar el infortunio. [...].
Las tropas francesas al mando del bravo general Dupont van ya sin armas y prisioneras, atravesando toda la Andalucía, [...].
Padres de familia que tenéis hijos en mis exércitos, dad todos los auxilios que necesitan, todos los cuidados que reclamen: reflexionad que igual suerte podrá caber tal vez a vuestros hijos si el azar de las armas nos viniera (lo que Dios no quiera) a ser adverso, y que entonces querréis que sean tratados con humanidad y cariño.
Qualquiera que sea osado a insultar a un francés será al instante transferido al quartel general, se le hará consejo de guerra y se le sentenciará a muerte dentro del término de 24 horas.
Soldados míos, escribid o haced escribir a vuestra gente que los franceses son bravos y buenos de por sí, y que merecen ser tratados con generosidad. Si han venido a pelear es porque así se lo han mandado, y ellos no tienen culpa de las agrentas que se nos han hecho y de la ignominia con que ha querido cubrirnos su gobierno a los ojos de la Europa y de la posteridad.
Dado en Colmenar a 27 de Julio de 1808.
General Castaños
Las águilas vencidas de Bailén trata sobre la dispersión y acantonamiento de los hombres del II Corps d'observation de la Gironde a lo largo y ancho de la región andaluza por razones políticas, estratégicas y logísticas.
En términos cronológicos, el libro abarca el periodo comprendido entre julio y diciembre de 1808, tiempo que dura la dispersión de los prisioneros por las poblaciones del sur peninsular y que acaba cuando el gobierno español decreta la maniobra inversa: la concentración en Cádiz y en los pueblos de su bahía.
Ficha técnica